La cantidad correcta de boro (B) es esencial para producir altos rendimientos de alfalfa frondosa y de alta digestibilidad, indica el profesor emérito de ciencias del suelo en la Universidad de Wisconsin, el Dr. Emmet Schulte. Cuando una planta tiene deficiencia de boro, sus puntos de crecimiento se bloquean y, si la deficiencia persiste, finalmente, la planta morirá. En la alfalfa, los síntomas incluyen la muerte del ápice vegetativo, una apariencia tupida en la planta y el amarillamiento de las hojas superiores.
Schulte advierte que, en la actualidad, las deficiencias de boro en Wisconsin y en otros lugares son más generalizadas que las deficiencias de otros micronutrientes. El profesor emérito de agronomía de la Universidad de Wisconsin, el Dr. Dwayne Rohweder, está de acuerdo con esto. “Si bien, en muchos campos, se realizaron aplicaciones de estiércol continuas, los datos de las pruebas de suelo indican que el 97 % de los suelos de Wisconsin se encuentran por debajo del nivel de boro recomendado de 0,5 ppm”, comenta.
Entonces, ¿cómo se puede lograr exactamente la cantidad correcta de boro para las plantas? El investigador de Texas A&M, el Dr. Vincent Haby, advierte que, además de realizar pruebas, los productores deben tener cuidado adicional para asegurarse de que el boro se aplique de manera uniforme. “Si bien el boro podría aplicarse en bandas, el mejor modo y el más fácil de aplicar boro en la alfalfa es al voleo en una mezcla con el potasio y el fósforo que los productores deben aplicar de todas maneras.”
A medida que los productores usan variedades de alfalfa de alto rendimiento y aumentan su consumo de potasio y fósforo, incrementa el potencial de deficiencia de boro. Mientras más rápido crece una planta y mayor rendimiento tiene, más boro necesita.
El boro puede estar presente, pero no disponible
Del boro total que hay en el suelo, solo entre el 0,5 y el 2,5 % está disponible para las plantas. La materia orgánica del suelo es el depósito de la mayor parte del boro en los suelos. Como resultado, indica Schulte, la mayoría del boro disponible se encuentra en la capa arable, donde el contenido de materia orgánica es más alto. Cuando la superficie del suelo se seca, las plantas no pueden alimentarse en la zona donde se encuentra la mayor parte del boro disponible debido a la menor actividad de las raíces. Esto puede derivar en deficiencia de boro en momentos de sequía.
La disponibilidad de boro también depende de los niveles de pH del suelo. Los cultivos en suelos con un pH 7 o superior, a menudo, exhiben signos de deficiencia de boro. El encalado de suelos ácidos puede reducir la disponibilidad de boro y aumentar la respuesta de las plantas al boro agregado.
Dejar el suelo ácido no es una opción para los productores de alfalfa y, de todas maneras, tampoco ayudaría mucho a la situación del boro. “Cuando el suelo se deja ácido, es más propenso a la lixiviación del boro”, comenta Haby.
Mientras más rápido crece una planta y mayor rendimiento tiene, más boro necesita.
El estiércol podría no ser suficiente
Puesto que la materia orgánica es la principal fuente natural de boro, algunos agricultores lecheros creen que pueden aplicar todo el boro que necesitan sus campos esparciendo estiércol. “Agregar materia orgánica, sin dudas, ayuda”, indica Haby. “Pero la mayoría de los productores de alfalfa no tienen suficiente estiércol disponible a un costo razonable para aportar suficiente boro al suelo de esta manera.” Si comprará estiércol para aplicar en su campo, la recomendación de Haby es realizar pruebas para conocer el contenido de boro. Y, si su objetivo es aumentar los niveles de boro, el modo más económico de hacerlo aún es mezclar Granubor® con las aplicaciones de los demás fertilizantes.
Pruebas para conocer la deficiencia de boro
Realizar una prueba de suelo estándar es bueno, pero se debe complementar con análisis de las plantas y observaciones para detectar síntomas de deficiencia de boro.
La disponibilidad de boro puede cambiar con las condiciones del suelo y los niveles detectados en el tejido vegetal variarán según la etapa de crecimiento. De acuerdo con Schulte, la manera de interpretar una prueba de suelo con respecto al boro depende de la textura del suelo y los requerimientos de boro de la planta. Cuando el requerimiento del cultivo es alto, como ocurre con la alfalfa, y la prueba de suelo indica niveles bajos o muy bajos, se debe aplicar 0,9 o 1,3 kilogramos de boro por acre, respectivamente. Si la prueba de suelo indica un nivel de boro excesivamente alto, la recomendación de Schulte es interrumpir la aplicación.
Cuando tome muestras de tejido, tenga en cuenta la etapa del desarrollo de la planta. Si hay alguna deficiencia de boro, se producirá en el tejido más joven, por eso, lo más conveniente es tomar muestras en los 15 cm superiores de crecimiento de la alfalfa. Según indica Haby, en las plantas de alfalfa con deficiencia de boro severa, la cara inferior de las hojas jóvenes es de color rojo-rosado, mientras que la cara superior es amarilla. En condiciones de deficiencia de boro extrema, las hojas jóvenes se pondrán de color marrón y la planta morirá.